Mis 5 cosas favoritas del invierno en Japón

El invierno no es precisamente mi estación favorita. Los días son más cortos, oscuros, y para colmo hace un frío que pela.

Comparado con mi ciudad, León, los inviernos en Tokyo no son tan fríos. El cielo casi todos los días está azul y prácticamente sin nubes, algo que es impensable en el Norte de España, donde siempre está gris, hay niebla espesa por las mañanas y semanas llenas de lluvia. Sin embargo, lo malo de aquí se encuentra en el interior de las casas, donde en la mayoría de los casos solo hay un aparato de aire acondicionado que se utiliza para calentar toda la casa.

Sin embargo, y a pesar de las pegas mencionadas, sí es cierto que Japón tiene muchas cosas buenas que hacen que los inviernos aquí no sean tan malos y que incluso den gustito. A continuación os dejo una lista de mis cinco cosas favoritas en los inviernos japoneses y que me ayudan a seguir viviendo:

1- Viajes a los onsen (温泉旅行)

Ay. Esta es mi cosa favorita del mundo mundial, y ya si es en invierno, ¡mil veces mejor! Además acabo de volver de uno de estos viajes y ay. Ya lo echo de menos 😦

Como ya os conté en la entrada que escribí sobre los onsen, a los japoneses les encantan los baños termales, sobre todo en invierno. Es en esta época en la que más se nota el cambio de temperatura, y es muy agradable entrar en el agua caliente y pasar un buen rato para entrar en calor.

Los mejores son los onsen que se encuentran en las montañas. En mi primer viaje a Japón tuve la suerte de ir al onsen de Jigokudani (地獄谷), un onsen que tal vez conozcáis por sus monos famosos que bajan de las montañas para bañarse en él. Ese día me bañé en uno de los onsen exteriores y disfruté de unas bonitas vistas de la montaña nevada. Y justo cuando empezaba a caer un poquito de nieve, un mono se acercó y estuvo a punto de meterse en el agua conmigo.

Monos disfrutando de un bañito caliente. Imagen tomada de hoppo-spa. 

 

2- Bebidas calentitas en las máquinas expendedoras. 

Japón es el país lleno de una gran variedad de bebidas. Ya si entonces os digo que las máquinas expendedoras que hay en cualquier calle se llenan de bebidas calientes en invierno, ¿qué os parece? Mientras esperamos el tren en la estación, mientras volvemos a casa o mientras estamos en la escuela o universidad, siempre podremos tomar algo calentito.

Podemos encontrar los típicos cafés calientes, ya sea con leche, solo sin azúcar, solo con mucho azúcar (digo mucho porque aquí los cafés si tienen azúcar ya se pasan de dulce), doble… Pero también hay zumos y tés. Me encantan sobretodo las bebidas calientes de té de limón con miel y las bebidas de yuzu y limón. En invierno las compro un montón, y vienen genial para la garganta o cuando se está un poco resfriado.

Bebida caliente de yuzu y limón. 

También he llegado a encontrar latas calientes de sopa de maíz, pero aún no las he probado. Tengo mis razones y desconfío un poco…

 

3- Comida calentita. 

¿Conocéis el nabe? ¿Y el oden? Ambas comidas son típicas de invierno, ya que consisten en un montón de cosas dentro de un caldo caliente. Aquí os dejo unas fotos para que los conozcáis (y para que abráis el apetito también)

Nabe

El primero, el nabe, es la típica cazuela llena de carne y verduras. Es un tipo de plato que es más común tomar en casa, y a ser posible, con amigos, dando lugar a las típicas 鍋会、o reunión de nabe. En el se meten todo tipo de carne y verduras, como daikon (rábano japonés), hakusai (un tipo de repollo), setas, zanahoria… vamos, ¡prácticamente lo que se quiera! El caldo puede ser de varios tipos, como carne, pescado, ¡incluso hay uno con sabor a tomate! Es un plato que da un montón de posibilidades y dependiendo del día puedes hacerlo de una manera u otra. Además no lleva casi nada de tiempo prepararlo y se pueden ir metiendo los ingredientes a medida que se va comiendo. ¡¡A mí, sencillamente, me encanta!!

Oden. Imagen tomada de matome-naver

El oden es un conjunto de ingredientes cocidos, entre los que destacan el daikon y huevos. En este caso sí hay restaurantes especializados solo en oden, y es maravilloso. En las combini, además, al llegar el invierno, ponen un pequeño puesto donde siempre hay un oden calentito listo para comer, aunque claro, no tan rico como en los restaurantes.

Ambas recetas son muy fáciles de preparar, y además son muy sanas, ya que están llenas de verduras. Además, en el caso del nabe, es muy normal añadir fideos o arroz al terminar de comer la carne y las verduras y así aprovechar el caldo que sobra.

4- Kairo, bolsitas calientes para los bolsillos. 

Las llamo Kairo porque es la marca más famosa que fabrica estas bolsas, pero hay muchas más. Son unas bolsitas llenas de unos polvos que se calientan, ¡y son una maravilla! Se calientan en un momento y vienen genial para meter en los bolsillos. Además duran un montón de tiempo y su precio es muy barato. Siempre llevo varios sobrecitos en el bolso o mochila y no dudo en utilizarlos. Podría decirse que es una especie de mini calentador portátil.

 

5- Baños calentitos.

Tal vez este último punto os parezca gracioso, pero es algo que realmente aprecio como mujer. En Japón, y sobre todo en los baños de centros comerciales y restaurantes, las tazas de los inodoros están calentitas, ¡calentitas! Se me nublan los ojos de la emoción al escribir estas palabras y no puedo continuar, no puedo expresar nada más. Solamente puedo sentir emoción y aprecio. Japón, ¡gracias!

¿Qué os parece? ¿Cuál es la que más os ha gustado? ¿Os agrada la idea de bañaros con monos?

¡Hasta la próxima entrada! ^-^